Los pasteles de carne hunden sus raíces en la Edad Media.
Se consumían en gran parte de España y la receta murciana se ha logrado conservar hasta nuestros días, enriquecida por la gastronomía local.
Ya en 1695 fue regulado mediante una ordenanza que fijaba las medidas correctas, la calidad de la harina y hasta imponía penas de destierro a los artesanos que no cumplieran la norma.
Se consumían en gran parte de España y la receta murciana se ha logrado conservar hasta nuestros días, enriquecida por la gastronomía local.
Ya en 1695 fue regulado mediante una ordenanza que fijaba las medidas correctas, la calidad de la harina y hasta imponía penas de destierro a los artesanos que no cumplieran la norma.